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S10 High Country, la del look fatal…

La nueva versión tope de gama de la Chevrolet S10 tiene una serie de elementos que realzan su imagen, además de un plus en el equipamiento de confort.

3 de diciembre de 2015

Ya desde hace varios años, alrededor de una década se podría decir, viene ocurriendo que las pick ups han ido elevando su perfil y ampliando su funcionalidad para pasar a asemejarse bastante más a un auto o un SUV de alta gama. Esto es por la evolución en la calidad de vida a bordo, como el confort de marcha y la dotación de equipamiento. En la actualidad las camionetas doble cabina son elegidas tanto por el cliente que las busca para el trabajo, como aquél que la valora para un uso más de tipo recreacional. Por otra parte, se vieron beneficiadas por no quedar incluidas en el impuesto al lujo, por lo que al llegar a los concesionarios con valores más razonables, empezaron a ser una competencia mucho más dura para los modelos SUV que si fueron duramente castigadas por este gravamen. En el caso de la S10 de Chevrolet esos atributos escalan hasta otra dimensión con esta nueva variante de lujo llamada High Country, una denominación que es famosa en varios modelos Chevrolet en EE.UU por ser sinónimo de modelos muy equipados y exclusivos. Es el primer producto en llegar a nuestro mercado bajo este concepto y Cars.com.ar lo puso a prueba.

Traje de gala

Esta generación de la camioneta con el logo del moño apareció en el primer trimestre de 2012 marcando un cambio profundo desde el punto de vista del diseño, la tecnología y la mecánica. Luego, en 2013, recibió mejoras en el equipamiento, y en octubre de 2014 volvió a renovarse, principalmente con una importante evolución del motor turbodiesel 2.8 que de 180 pasó a 200 caballos. Pero la última novedad llegó por el lado de varios agregados que hacen de la High Country una versión diferente. Ojo: son elementos exclusivos de esta versión y no accesorios que se pueden comprar por separado. Entre esos detalles están los paragolpes con defensa delantera, los faros con cromado oscurecido, las molduras cromadas en la base de los vidrios de las puertas, las llantas de 18 pulgadas con diseño específico, y los estribos laterales. En el sector trasero hay un elemento que se roba el protagonismo: la barra aerodinámica que protege la luneta y se extiende para fusionarse con la caja. En cola no presenta grandes cambios más allá del emblema High Country que la distingue. En lo que hace a capacidad, esta camioneta puede transportar alrededor de 1 tonelada (puede remolcar 3.500 kg) y sí debemos objetar que no tiene cobertor plástico en el piso de la caja, siempre útil  para evitar rayones o el daño por un eventual derrame de algún tipo de líquido.

Por dentro

El interior también tiene elementos específicos que la distinguen y su presencia denota una mejor calidad percibida. Para empezar, elogiamos la elegancia lograda a partir del tapizado bitono “Brownstone” y costura pespunteada, más los apliques negro brillante en la plancha central. La butaca tiene regulación eléctrica para facilitar la postura al volante, que cuenta con teclas para cruise control, equipo de audio y teléfono. La plancha central es lo más revolucionario del diseño que llegó con esta generación, especialmente por el comando del climatizador automático, una gran rueda para dosificar la temperatura y una muy agradable iluminación. También se destaca la pantalla táctil multifunción LCD de 7 pulgadas (del sistema MyLink in Touch) que no sólo reproduce música, fotos, videos, navegador satelital y reproductor de DVD, sino que en esta variante agrega la cámara de retroceso. El rubro de seguridad respeta la dotación LTZ, que como destacados incluye: dos airbags frontales, ABS, controles de estabilidad, tracción y descenso. No busques los ganchos Isofix porque no los tiene.

La habitabilidad es uno de los aspectos más sobresalientes y en especial en el sector trasero donde tres adultos pueden acomodarse con mucha comodidad porque hay espacio de sobra para las piernas y a lo ancho.

Motor

El factor clave de este cuatro cilindros 2.8 de 16 válvulas -comandado por correa dentada- pasa por el torque, que alcanza casi los 50 kgm apenas desde las 2.000 rpm, permitiéndole una entrega asombrosa en tan bajo régimen. La encargada de gestionar la potencia es una caja automática de 6 marchas con un desempeño que no merece objeciones. La asociación propulsor/transmisión permite cifras de performance lógicas y para nada tímidas. La velocidad máxima se clava en torno a los 179 km/h, mientras que el 0 a 100 lo consigue en 10,2 segundos.

Los datos de consumo se ubican dentro de los parámetros lógicos teniendo en cuenta la generosa potencia, ya en ruta requiere 9,8 litros cada 100 km, mientras que en la ciudad se dispara un poco y registra unos 12,4 l/100 km.

La dinámica

La S10 nos volvió a resultar confortable tanto en ruta, como en ciudad o en caminos de tierra. Su sistema de suspensión cuenta con el recorrido necesario como para que el andar sea suave, mullido y no tan rebotador como suele ocurrir en el segmento. La eficiencia se comprueba en la correcta absorción de los pozos o cualquier tipo de irregularidades. En ruta y a alta velocidad por momentos puede llegar a “titubear” un poco ante el acoso de un viento fuerte o si la ruta tiene marcadas ondulaciones. En general se mueve con aplomo con prioridad del confort. Posee casi 23 centímetros de despeje y 31,4 grados de ángulo de ataque, 25,7 grados en el central; y 22,6 grados en el de salida. Datos interesantes para quienes practican off road, ya que esta versión posee tracción a las cuatro ruedas.

Al tope de la oferta

En este escenario por el momento la única versión que se la asemeja es la Ultimate de la Amarok, ya que como la flamante Toyota Hilux acaba de llegar, aún no cuenta con su variante Limited. La Chevrolet S10 High Country está disponible en las versiones cabina doble 4x2 y 4x4, como esta unidad probada, y únicamente con este motor 2.8. El precio es de $586.000 para la versión full, es decir, 13.000 pesos por encima de la LTZ AT convencional, mientras que la HC 4x2 figura a 473.000. En ese escenario esta pick up muestra convincentes argumentos para pelear en la categoría que en tiempos pasados la supo estar entre las favoritas del hombre de campo.


A favor
- Habitabilidad
- Estética
- Asociación motor/caja
- Confort de marcha

En contra
- Sólo doble airbag frontal
- Consumo urbano
- Sin ganchos Isofix
- Dirección algo pesada


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Fuente: www.cars.com.ar